martes, 12 de enero de 2021

¿Hay sexo en Jane Austen?

(Las heroínas de Austen leen)  (Austen vs Brontë, duelo en las letras inglesas)


La escritora Jane Austen (1775-1817) es uno de los nombres clásicos de la novela inglesa de todos los tiempos. Vivió en la época de la Regencia, predecesora del periodo victoriano, y su obra se caracteriza por describir con precisión la sociedad rural georgiana, con un estilo irónico y de crítica a los hábitos de la pequeña nobleza rural y a la sumisión de la mujer en un entorno que la condenaba a casarse, si quería salir o no caer en la pobreza.

El amor es la única baza que parece servir a la mujer para librar un combate por su felicidad, ya que su ingenio, inteligencia y libertad estaban sojuzgados. Bastante a menudo, críticos de todas las épocas han intentado rebajar el mérito literario de Austen tachándola de autora romántica, cursi y alejada de la realidad.

Jane Austen no es una autora que tape el sol con un dedo. No es mojigata ni recatada en exceso. Es irónica e incisiva, rasgos que transmite a sus protagonistas femeninas, siempre triunfantes ante la adversidad. 

En el libro publicado en 2012, What Matters in Jane Austen? (Lo que importa en Jane Austen), su autor, John Mullan, exploraba los rituales y convenciones del mundo ficticio de Austen con el propósito de desvelar "su virtuosismo técnico y su atrevimiento como novelista". El capítulo 11 está dedicado al tema ¿Hay sexo en Jane Austen?

La respuesta es sí.

Set de novelas de Jane Austen (casa-museo deChawton).
Al final de La abadía de Northanger (1817), podemos intuir que Isabella Thorpe se acostó con Frederick Tilney, tal vez pensando que tarde o temprano se iba a casar con ella. En Mansfield Park (1814), Heny Crawford probablemente convenció a Maria Bertram de tener relaciones sexuales con él, y desde luego, Lydia Bennet (Orgullo y prejuicio, 1813) tuvo numerosas relaciones sexuales con Wickham a lo largo de casi un mes antes de su matrimonio.

Más ejemplos: en Sentido y sensibilidad se nos dice que Willoughby se ha fugado con Eliza, de 16 años, de Bath. Desaparece durante ocho meses antes de que el coronel Brandon, su tutor, la encuentre: tiene un bebé y ella y su hijo son "llevados al campo". En esta novela, el lector comprende que la aceptación de las indiscreciones sexuales de los caballeros fue generalizada.

Ilustración del Sr. Darcy de 1894.
Aunque la posición social es el factor determinante a la hora de escoger marido o mujer, en las novelas de Austen aparecen varios hombres que desean esposa por razones que trascienden las finanzas y el lucimiento social. Es el caso de Robert Ferrars, que se casa con Lucy Steel "rápidamente" porque la quiere. Esa fue también la situación del joven Sr. Bennet cuando eligió a la Sra. Bennet por su belleza (un error con el que se resignó a vivir). Y es casi seguro el caso de John Knightley (Emma, 1815), siempre irritado por su esposa. ¿Por qué se casó con ella? Probablemente, debido a la atracción física, de la que dan fe sus cinco hijos habidos en solo siete años de matrimonio.

Está claro que las novelas de Jane Austen reconocen las necesidades sexuales de los hombres. Pero es difícil saber qué pensar de los hombres con los que sus heroínas finalmente se emparejan, como el mundialmente famoso y querido Sr. Darcy.

No hay comentarios:

Publicar un comentario