Una foto para quedarme a vivir un rato: Matute, Gaite y Aldecoa

Veintiún años sin Carmen Martín Gaite

En memoria de Ana María Matute

Hay libros, cuadros, canciones y fotos en los que me quedaría a vivir, no permanentemente, pero sí un rato o una breve temporada. Y no congelada en el tiempo que en apariencia dura el momento elegido, sino viviéndolo a partir del instante en el que se abra puerta del armario al más puro estilo Narnia.

Una de esas fotos a las que me mudaría un ratito es esta, que hizo en 1996 el fotógrafo y periodista gráfico Chema Conesa (1952) a tres mujeres que forjaron su camino y su nombre a fuerza de talento y tesón, combinando la rebeldía con la imaginación; las tres, escritoras inclusivas, femeninas y feministas, sin miedo a señalarse, sin hacer aspavientos pero sin remilgos ni tapujos.

Foto: Chema Conesa, 1996

En la foto vemos a Ana María Matute, Carmen Martín Gaite y Josefina Aldecoa en lo que parece el pasillo de un colegio. Las tres muy juntas, arracimadas, con la expresión serena de quien ha compartido vida, dolor y más de un secreto gozoso. Las tres con mirada alerta clavada en el espectador (y por supuesto, en el fotógrafo), las tres en una pose distintiva e independiente. Tan solo Martín Gaite rompe la seriedad del momento con las notas de color en su gorro, su sonrisa pícara y su cuerpo inclinado hacia Aldeoca.

Si no las conociéramos, podríamos pensar que son tres maestras de provincias tirando a conservadoras, sin gusto para vestir, poco agraciadas físicamente salvo Josefina, la más guapa. Nada más lejos de la realidad. Son quizá las tres escritoras españolas de posguerra más importantes, que lograron mantener una carrera literaria extensa, diversa, comprometida y exitosa prácticamente hasta fallecer.   

Josefina Aldecoa, Carmen Martín Gaite y Ana María Matute (Foto: Chema Conesa, 1996).

CASI 22 AÑOS SIN CARMEN MARTÍN GAITE

Dentro de poco más de dos meses, el 23 de julio, se cumplen 22 años de la muerte de Carmen Martín Gaite (1925-2000), una de las figuras más importantes de la literatura del siglo XX en español. Importante, no solo porque recibiera numerosos premios, entre ellos, el Príncipe de Asturias de las Letras en 1988; el Nacional de Literatura en Narrativa por El cuarto de atrás, o el Nadal de 1957 por Entre visillos; sino porque su obra es un conjunto consistente de novela, ensayo, cuento, poesía, artículos periodísticos… y hasta veinticuatro traducciones de obras de narrativa, ensayo, poesía y teatro, traducidas desde cinco lenguas: italiano, portugués, francés, inglés y gallego.

Sus obras se estudian en los libros de texto y no han dejado de reeditarse nunca, tanto las novelas más famosas (Entre visillos, Nubosidad variable y La reina de las nieves) como sus cuentos y ensayos, entre ellos, Usos amorosos de la posguerra española.

JOSEFINA ALDECOA, MAESTRA ESCRITORA

Josefina Aldeoa (1926-2011), de nombre real Josefa Rodríguez Álvarez, iba, como Martín Gaite, acompañada de sus cuadernos a todas partes. Acarreaba tanto los de enseñar (mantuvo hasta los 80 años su rutina de ir a diario al colegio Estilo, fundado por ella en 1959 y desaparecido en 2019), como los de escribir. Ya octogenaria, se levantaba todos los días para ir al colegio, decía que le daba vitalidad y le insuflaba savia nueva.

Definía la literatura como un trabajo solitario que practicaba durante los veranos. Esos meses los empleaba en ordenar las notas e ideas que había ido apuntando en los cuadernos durante el curso escolar.

Publicaba con el apellido de su marido, Ignacio Aldecoa, como homenaje. Confesaba que, cuando él murió, con tan solo 44 años, ella se quedó sin ganas de escribir y se volcó en el colegio. Siempre dijo que él fue lo más importante que le pasó en la vida. Cuando Josefina falleció, hacía varios años que vivía, enferma, en un pueblo de Cantabria.

Miembro de la generación de los 50 (como Gaite), sus novelas más famosas son la trilogía autobiográfica que inició en 1990 con Historia de una maestra, y que tuvo su continuación con Mujeres de negro, de 1994, y La fuerza del destino, de 1997.

INCLASIFICABLE ANA MARÍA MATUTE

Ana María Matute (1925-2014), premio Cervantes de 2010, académica y una de las grandes autoras de la posguerra, falleció en Barcelona a punto de cumplir los 89 años. Se inició en la literatura de posguerra, con la guerra civil y el retrato de una sociedad materialista como hilo conductor de sus libros, pero con una narrativa dominada por la fantasía y el lirismo, con temas recurrentes como la infancia irrecuperable, la incomunicación, el cainismo, la soledad y la muerte.

Una de sus características más comunes era el uso de la trilogía. Muchos críticos consideran que su mejor obra es Los Mercaderes, la cual está conformada por Primera memoria, Los soldados lloran de noche y La trampa. 

Pero el título que le ha asegurado un lugar propio en el corazón de miles de jóvenes y adultos es Olvidado rey Gudú, que la catapultó como gran dama de la escritura y urdidora de historias sobre la complejidad del ser humano. Con una ambientación medieval y elementos de libros de caballería y cuentos de hadas, esta novela le valió, en 2009, convertirse en la primera mujer en depositar la primera edición del libro en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes.