miércoles, 10 de junio de 2020

'La gran belleza': número 9, mujeres y presentes


(Más sobre la revista La gran belleza)

Escribe Carmen Estirado, directora editorial de la revista trimestral La gran belleza (@La_gran_belleza), que los primeros libros que le abrieron la cabeza, los clásicos, fueron escritos en su mayoría por hombres. “Los niños jugaban al fútbol y nosotras saltábamos a la comba (lunes antes de almorzar, una niña fue a jugar, pero no pudo jugar porque tenía que lavar…)”, recuerda la escritora y periodista en el editorial del número 9 de la revista, que acaba de salir a la calle, también ella vencedora del coronavirus.

“Las madrastras habían pasado a ser mujeres aburridas que manipulaban a sus maridos, y las musas que esperaban al príncipe azul eran ya adultas en busca de sexo”, recuerda Estirado, que describe con imágenes aparentemente sencillas algo tan tremendo como la perpetuación de roles pervirtiendo la candidez de la infancia: “Hasta hace muy poco, las princesas olían a lejía y solo anhelaban un salvador”.  

También mi niñez se desarrolló entre saltos a la comba, carreras al pilla-pilla, cuentos feroces y una visión maniqueísta de los sexos y su lugar en el mundo. Aunque para la mujer las cosas han cambiado, continúan existiendo realidades que aún silenciamos. Sigue siendo imprescindible reivindicar una habitación propia, como demandó Virginia Woolf.

De todo esto se trata en el número 9 de La gran belleza. Bajo el título de Presentes, estos relatos escritos por mujeres ahondan en la identidad femenina. Algunas historias son terribles y desasosegantes, como El brote, de Laura S. Maquillón (ilustrado por Alba Sáenz), cuyo título es a la vez real y metafórico del tabú que aún suponen los problemas mentales.

O Efecto Doppler, de Ianire Doistua (dibujado por Fer Arias), enmarcado en esa fecunda línea que enlaza niños, travesuras y locura. Y también Summertime, obra de Alizia Pallás con ilustración de Genie Espinosa.

Hay asimismo relatos que comienzan transitando por una tranquila vereda hasta desembocar en ese “punto de angustia siempre vivo, que se posa aquí o allá”, como plantea Laura Freixas (@LauraFreixas) en Diario (ilustrado por Teresa Arroyo Corcobado).

La poesía, que nunca falta en La gran belleza, corre en este número a cargo de María Gracía Zambrano.

Sin duda, un número muy completo y complejo, de una revista que continúa sorprendiendo por su vitalidad pese a las dificultades (nació y se mantiene por crowfunding principalmente), y que demuestra, aun en tiempos de virus, que la escritura, la reflexión y la creación son absolutamente necesarias.

1 comentario:

  1. Interesante, punto de origen para desmantelar al patriarcado.( desde Montevideo-Uruguay) nos estamos conociendo.

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