lunes, 5 de junio de 2023

'Selfis: Cicatrices': vida intensa y gotas de tiempo en el segundo poemario de Luis Fermín Moreno

'En ángulo muerto': poesía íntima e irónica de Luis Fermín Moreno



“No escribo para gustar. Escribo para que gustéis” es una frase-eslogan que el periodista y poeta Luis Fermín Moreno Álvarez (Valdepeñas, 1966) blande frente a quienes le pedimos respuestas sobre su proceso de creación literaria. Una frase que tengo muy presente conforme me adentro en la lectura de Selfis: Cicatrices (Libros del Aire, 2023), su segundo poemario tras En ángulo muerto (Biblioteca de Autores Manchegos, Ciudad Real, 2018).


Si en su primer libro nos invitaba a acompañarle en “un paseo entre íntimo e irónico por la vida, la muerte, el amor…, temas consustanciales al ser humano” (confesión propia del autor), en su segunda incursión en la poesía, nos obliga a destapar un frasco donde se apiñan recuerdos, anhelos, gotas de tiempo, crujidos, apetitos, heridas, vanidades y corazas con las que los humanos intentamos silenciar el dolor. 


Selfis: Cicatrices es un libro que rezuma sentimientos tejidos con la belleza de un rico vocabulario, en el que se rescatan verbos olvidados, donde el autor rinde homenaje a sus maestros (José Jiménez Lozano, los Alcott, Emerson, Thoreau…) y hasta desliza alguna pasión inconfesada (la genealogía, sus amados Capetos). Todo esto, mientras convierte el lenguaje “en un torniquete / de equipo de supervivencia” y habla de anhelos que no se dicen, de horas robadas, de conversaciones empezadas hace milenios y, por descontado, de las contradicciones del mundo actual.

Luis Fermín Moreno Álvarez publica su segundo poemario, 'Selfis: Cicatrices'.

Uno de los méritos de Luis Fermín Moreno es que ha alumbrado un libro que suena y resuena, replica sentimientos y repercute sensaciones. Los poemas se mecen en un vaivén aparentemente tranquilo de momentos de grácil y plácida felicidad (“¿Quién no querría por un instante/ convertirse en un flamenco”), pero el espejismo se empaña enseguida y nos topamos de sopetón con inesperadas cuchilladas (no solo metafóricas) que nos dejan tiritando (“El pianista saludó al público. / Extrajo una brillante cuchilla de afeitar. / Mediante suave y leve corte, / abrió las venas de sus muñecas” (....).

Pueden parecer versos desesperanzados, pero no lo son. “No es desesperanza. Es realismo, conciencia de lo que ocurre alrededor”, confiesa Luis Fermín Moreno, quien pone de relieve que, a diferencia de su primer poemario, “que fue una recopilación, este segundo es más armónico. Son poemas más íntimos y menos descriptivos, más personales. Versos que están al borde de lograr decir algo. Si en algún momento se consigue, ya es un éxito”. 

Selfis: Cicatrices', de Luis Fermín Moreno Álvarez,
se presenta el 14 de julio en la sede de la APM-Madrid.


El autor es hijo de su tiempo y practica una poesía muy visual, libre de corsés, que discurre sin chirriar por valles de paradojas, planicies de metáforas y cumbres de ironía. Sin aburrir, sin grandilocuencia impostada, epatando lo justo, sin citar a los clásicos. Poesía verdadera. Su verdad, cuanto menos.


SELFIS PARA LLEGAR A LA CARCASA HUMANA


En su comentario a Selfis: Cicatrices, la periodista y escritora María Antonia Quesada resalta que se trata de un poemario “cargado de amor, sí, pero teñido de conciencia de sí mismo envuelta en ironía. Un recurso con el que el poeta maquilla las cicatrices que descubre en cada selfi”.

Hacer click en imagen para ver tamaño completo.

Coincido con Quesada en que la selfi es “la forma que ha encontrado el poeta para “llegar a mi silencio, /a mi vientre vacío, / a mi carcasa”, en un camino de introspección que, como sucede a todo buen lector, está alicatado con lecturas que transforman, vivifican y cauterizan heridas. Lecturas de las que el autor sirve un aperitivo en versos como este: 


“Esta mañana he recibido / vida intensa por correo. / Abro el sobre y leo. / La sangre capeta de Dreux / y las Mujercitas anotadas. / Dos libros verdaderos.” 


Otro periodista, Miguel Ángel Valero, asegura en su reseña de Selfis: Cicatrices, en el periódico Diario Abierto, que “Luis Fermín Moreno demuestra en estas 66 maravillosas páginas que la poesía es el modo más perfecto de volar", y se detiene, con muy buen criterio, en la dedicatoria de Moreno a José Jiménez Lozano, uno de sus referentes vitales, quien le enseñó que “la poesía es celebración y alma derramada”.

(Click en imagen) Reseña de 'Selfis: Cicatrices' (Luis F. Moreno) en DiarioAbierto.es

Aurora Gómez Campos  poeta y valdepeñera, como Luis Fermín Moreno, dijo de su primer libro, En ángulo muerto: “Emociona y escandaliza, en la acepción etimológica de escándalo que lo define como cepo, lazo o trampa. Y es que la poesía debe atraparnos e invitarnos a seguir leyendo, ha de emocionarnos (...) En ángulo muerto es poesía adulta para adultos que asumen la incoherencia y la inconsecuencia”. Esta emoción y este escándalo a los que se refería Aurora han florecido, de nuevo, en Selfis: Cicatrices. 


Si habéis llegado hasta este punto, amables lectores de este blog, ya puedo responder a la pregunta implícita que se planteaba al inicio de este artículo: “No escribo para gustar. Escribo para que gustéis”. Y sí, en efecto, tras seguir el torrente de versos que discurren por estas 66 páginas, digo sin dudar que los lectores gustamos de la poesía de Luis Fermín Moreno Álvarez.
Gustamos de su poesía, y nos gusta como poeta.

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