('La moral del cruasán', 'El hombre anodino' y más de Luis F. Moreno)
Firma invitada:
Luis Fermín Moreno
Con tan solo bajar unos escalones, es posible realizar un auténtico paseo por los últimos cien años de la historia de Madrid. La estación de metro de Chamartín alberga una poco conocida muestra de trenes históricos que despertarán la nostalgia de quienes frisan ya las cinco décadas de vida y sorprenderán, sin duda, a los actuales usuarios más jóvenes.
Son doce coches clásicos, en
perfecto estado de revista, que fueron puestos en servicio entre 1919 -año de
inauguración del suburbano madrileño- y 1965, y se mantuvieron -los últimos- en
circulación hasta 1991. Los sucesivos tipos de trenes se designaban por el
nombre de alguna de las estaciones de las líneas a las que estaban destinados o
por el barrio que atravesaban.
Viaje al pasado del metro de Madrid en el museo de la estación de Chamartín.
Los primeros se llamaron “Cuatro
Caminos”, que era el destino final de aquella línea 1 inicial. Por los 15
céntimos que costaba el trayecto, los viajeros montaban en vagones con suelo de
madera, asientos tapizados y letreros que rezaban advertencias como “No se debe
escupir”. Pocos años después se añadieron, para la línea 2, los modelos
“Ventas” (1924) y “Quevedo” (1927), que fue el primero en incorporar paneles
para publicidad.
Una joya: suelo de madera del metropolitano.
Después de la guerra civil, se incorporaron para la entonces recién inaugurada línea 4, los trenes “Salamanca”, más austeros y funcionales, y con asientos “reservados para caballeros mutilados”. Y de 1955 datan los “Legazpi”, en los que se puede apreciar el espacio para los “jefes de coche” encargados de abrir y cerrar las puertas en cada parada. El viaje en el tiempo concluye con dos coches tipo “1000”, mucho más modernos, en los que, además, se modificó el color exterior del tradicional rojo a verde y gris-verdoso.
Escudo real del metropolitano.
Junto a los trenes, se puede
disfrutar de una amplia galería de fotografías históricas y objetos relacionados
con el trabajo cotidiano en el metro a lo largo de su primer siglo de vida:
documentos, insignias, silbatos, letreros, uniformes, teléfonos antiguos, etc.
Vagón de metro histórico de Madrid (estación Chamartín). |
La exposición forma parte de Anden 0, los espacios museísticos suburbanos de Metro de Madrid, que incluye otros espacios históricos: la Nave de Motores, el vestíbulo de Pacífico, la estación de Chamberí (detenida en el tiempo en 1966) y los yacimientos medieval (los Caños del Peral; en la estación de Ópera) y paleontológico, en Carpetana. Pero son ya otros paseos.
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