viernes, 23 de abril de 2021

'Tres amigas', relato de 'La casa de las palmeras', en el Día del Libro

(Más relatos: La chica de las metáforas y Al compás de la música)

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Soy autora de La casa de las palmeras (2013), un libro de apenas noventa páginas (disponible en Amazon) donde se cobijan once relatos escuetos, once momentos congelados en el espacio y en el tiempo; once fragmentos de vidas ajenas petrificadas. Algunas de las historias las he ido publicando en este blog y podéis encontrarlas en la etiqueta Casa de las palmeras

Para celebrar que el 23 de abril conmemoramos el Día Internacional del Libro, quiero compartir con vosotros el relato titulado Tres amigas, que tiene como protagonistas a Leticia,  Mónica y otra mujer cuyo nombre no se desvela.

'Tres amigas (I)', relato de 'La casa de las palmeras' (Pepa Montero, 2013).

Amigas desde la universidad a quienes ni el trabajo ni las familias impiden acudir a las cenas de los jueves, unas reuniones en las que está prohibido llevar malos rollos y actitudes obsesivas, nada de bucles depresivos ni lamentos imposibles. Es un relato inspirado en la serie Sexo en Nueva York y en las heroínas capitaneadas por Carrie Bradshaw.

'Tres amigas' (II), relato de 'La casa de las palmeras' (Pepa Montero, 2013).

Como autora, me considero sensible a las tribulaciones de los personajes, aunque intento no ser una intrusa en su intimidad. Soy muy reticente a explicar, detallar y redondear los pasados y los presentes. Creo que en ocasiones unas pocas pinceladas pueden bastar para pintar un cuadro, y prefiero dar pistas. Por ejemplo, Leticia, "la única que aún compartía casa y cama con el cadáver insepulto de su primer amor, era la más sarcástica". Mónica, la pacificadora, era siempre quien "pegaba las entretelas en las situaciones delicadas, la que remendaba sin pespuntes hasta no dejar desgarrón alguno".

'Tres amigas' (y III), relato de 'La casa de las palmeras' (Pepa Montero, 2013).
Y la parisina es el elemento catalizador, la que súbitamente 'adereza' una cena con los sueños incumplidos de las tres. "Íbamos a ir a Tailandia, Vietnam, China, Japón… Íbamos a pasar meses de mochileras, meditaríamos en Nepal, nos lavaríamos en el Ganges… ¡con el asco que me daba! ¿Por qué no lo hicimos? ¿Cómo es que nunca fuimos a esos países?", se pregunta.

La parisina fue siempre la más impenetrable de las tres amigas, pero "esos últimos días le pesaban como plumas de acero, y las emociones le brincaban como yeguas parturientas".

 Las tres amigas de este relato son ficticias y a la vez muy reales: mujeres que, pese a los años y a las peripecias de la vida, siguen juntas, obstinadas en cazar la libélula esquiva de la felicidad.

2 comentarios:

  1. Tengo La Casa de las Palmeras y me parece muy acertada tu invitación de releerla para entrar de nuevo en tu universo y disfrutar con tus historias

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  2. Muchas gracias, María Antonia. Un placer seguir leyendo ¡y leyéndonos!

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