Lim Khim Katy, pintora vietnamita de rostros, color y emoción

(Más mujeres artistas: María Roësset y 8 pintoras imprescindibles)

La pintura cuenta historias, describe, retrata, critica, acusa, anticipa… A veces

contemplamos un cuadro y nos sentimos inspirados, mientras que otras veces nada logra

movernos por dentro aunque apreciemos la belleza objetiva de la obra o su complejidad.

Quizá por eso es comúnmente aceptado el dicho de que el arte es subjetivo.

'Amanecer en el lago' (Lim Khim Katy, 1978).

Recientemente, he descubierto a la artista vietnamita contemporánea Lim Khim Katy (nacida en Ho Chi Min en 1978), de padre-camboyano chino y madre vietnamita (ambos artistas), que me tiene encantada con la utilización que hace del color en sus paisajes.

'Punto de separación' (Lim Khim Katy, 1978). 

“Mi herencia incluye el amor por el color, la familiaridad con los pinceles y la atracción por las formas desde el momento en que tomé conciencia del sol y la luna”, contaba la pintora en una entrevista que le hicieron hace unos años.

'Viento en calma' (Lim Khim Katy, 1978). 

El espacio y el tiempo en las obras de esta pintora vietnamita parecen estar fuera de la realidad, "fruto de una transformación de lo físico a lo espiritual que luego se vuelca en el lienzo en forma de color y de emoción", según los define un profesor de la Universidad de Bellas Artes de Ho Chi Min, donde la artista se graduó. Observar sus paisajes es parecido a entrar en estado de meditación.

La joven creadora vietnamita pinta árboles de un rojo fulgurante al borde de un río. Pinta maltrechas casas de campesinos  en soberbios paisajes con hierbas y flores de un preciosista amarillo oro. Pinta nostálgicas casas de pueblo o paisajes coloridos que expresan tanto una fuerte emoción como, en ocasiones, una gran tranquilidad.

'Sonrisa radiante' (Lim Khim Katy, 1978).

Lim Khim Katy brilla también en los retratos, a menudo melancólicos. Ella misma ha confesado que se inspira en la experiencia de la vida y en las interacciones con personas comunes, muchas de las cuales han soportado dificultades y sufrimiento.

'La mirada' (Lim Khim Katy, 1978). 

“Mis pinturas provienen de los sentimientos generados por la vida que me rodea, por los ojos, los gestos y las emociones individuales que expresan las personas. Prefiero ver las emociones que se expresan en los rostros de las personas que han pasado por dificultades, porque hay muchas en Vietnam ”, dice.

'Almuerzo tardío' (Lim Khim Katy, 1978).

Capturar los ojos de una persona es lo más importante para esta artista. Afirma que los ojos son la puerta de entrada al alma. "Cuando miro a las personas a los ojos, creo que puedo entenderlas y relacionarme con sus historias”, desvela en la entrevista. Tal vez por eso, cada experimenta el famoso bloqueo del artista, ella se lanza a viajar y a observar a las personas. “Es la mejor inspiración que puedo pedir en mi trabajo”, asegura.