domingo, 8 de noviembre de 2020

Anne Brontë, novelista pionera en denunciar la violencia de género

(Más sobre las hermanas Brontë: Charlotte, Emily y Anne)


Este año se conmemora el 200 aniversario del nacimiento de la escritora inglesa Anne Brontë (1820-1849), la menor de las tres hermanas Brontë, un ilustre apellido literario cuya fama se debe sobre todo a la mayor, Charlotte (1816–1855), y a la mediana, Emily (1818–1848). Las tres figuran entre las más célebres novelistas inglesas, no solo de la época victoriana que les tocó vivir, sino de toda la historia de la literatura británica. 

Las tres Brontë son creadoras muy originales por sus historias románticas y melodramáticas de indudable aliento poético. Los argumentos de sus obras están plagados de crítica social y reivindicación de los derechos de la mujer. Son por tanto precursoras del movimiento de emancipación femenina. 

Anne Brontë
Anne Brontë (1820-1849).

En su vida personal, las hermanas Brontë fueron desdichadas en el amor, vivieron apartadas, en un entorno rural de estrecheces económicas, tuvieron que trabajar, murieron jóvenes, al parecer, las tres de tuberculosis. No consta que Emily y Anne conocieran el Amor con mayúsculas que a menudo se mitifica en sus novelas. Y Charlotte, la única que se casó, murió embarazada tres semanas antes de cumplir los 39 años. 

Anne Brontë, la hermana pequeña, recreó en sus novelas la severa atmósfera preindustrial de las clases medio-bajas en la Gran Bretaña del siglo XIX. Sus grandes títulos son Agnes Grey y La inquilina de Wildfell Hall. Esta última novela (inspirada en el alcoholismo de su hermano Branwell) fue muy criticada en su tiempo, por estimar que la crudeza del tema no se ajustaba a los patrones de la literatura femenina. La propia Charlotte la juzgaba inapropiada. Si embargo, en los últimos años ha sido ensalzada por su calidad narrativa y por abordar la violencia de género y la influencia del alcoholismo en las vidas de quienes lo sufren, sea directa o indirectamente.

Tanto Anne como Charlotte y Emily se inspiraron en su hermano Branwell para crear algunos personajes, y lo reflejan con bastante realismo: un hombre caprichoso, violento, colérico, débil de carácter, egoísta y manipulador. De hecho, fue el causante indirecto de la muerte de Emily, a la que contagió la tuberculosis, y de la propia Anne, también fallecida de esa enfermedad unos meses después de sus dos hermanos.

Sabiéndose enferma, Anne quiso pasar sus últimos días junto al mar, y en mayo de 1849, acompañada por su hermana Charlotte y una amiga, se instalaron en la ciudad costera de Scarborough, donde murió a los tres días después de llegar. Está enterrada en la iglesia de Santa María de Scarborough. Es la única de los Brontë que no reposa en el panteón familiar de San Miguel en Haworth.


Emily Brontë (1818-1848).
La hermana mediana, Emily Brontë, escribió Cumbres borrascosas, con la que creó una pareja de amantes míticos cuyo amor, pasión y locura desafía las reglas de la vida y de la muerte. Sus personajes, la caprichosa Catherine Earnshaw y el infinitamente atormentado Heathcliff, han sido llevados al cine en varias ocasiones, y es imposible dejar de admirar la valentía y atrevimiento de Emily Brontë, que en pleno siglo XIX, en la rígida época victoriana, produjo una historia de amor universal que exalta la libertad y el combate, que ahonda en la crueldad  y el odio humanos, que no juzga comportamientos en base al argumento moral judeo-cristiano, que defiende el libre albedrío. 

Emily fue la primera en morir, en el año 1848, cuando tenía treinta años. Según el retrato que de ella hizo su hermano Branwell, y que puede verse en la National Portrait Gallery de Londres,  de joven tenía una  nariz afilada, un mentón poderoso y una mirada escrutadora. Rasgos físicos acordes a la mujer voluntariosa y adelantada a su tiempo que fue.


Charlotte Brontë, la mayor de las hermanas, ha pasado a la posteridad por su novela Jane Eyre, la institutriz conmovedora y abnegada, representación del amor triunfante sobre las calamidades y la maldad. También escribió Shirley, en el año 1849, bajo el seudónimo de Currer Bell y aquejada de una gran depresión tras la muerte de sus tres hermanos, Patrick Branwell, Emily y Anne. 

En 1853 publicó su tercera obra, Villette, y un año después se casó con Arthur Bell Nicholls, coadjutor de su padre y el cuarto hombre que le propuso matrimonio. Pero la mala suerte de la familia la persiguió también a ella, y el 31 de marzo de 1855, estando embarazada, falleció de tuberculosis.

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