domingo, 1 de marzo de 2020

Zaha Hadid, Mary Seacole y Mary Wollstonecraft, pioneras feministas

(Más sobre mujeres artistas y célebres victorianas)

La National Portrait Gallery de Londres es uno de mis museos favoritos desde hace un buen puñado de años, pese a que en mi tierna juventud el retrato era el género pictórico que menos me gustaba. La galería londinense posee la colección de retratos más extensa del mundo, alrededor de 215.000 obras, de las cuales 150.000 son ilustradas y abarcan desde el XVI hasta nuestros días.

Cuatro mujeres son la tarjeta de presentación del museo ante los visitantes; cuatro rostros femeninos frente a tan solo dos hombres (el rey Carlos I, decapitado por su oposición al Parlamento, e Isaac Rosenberg, pintor y poeta judío muerto en la guerra en 1918). Que aparezca la reina Isabel I con el majestuoso 'Retrato de la coronación', que llevaba el 15 de enero de 1559 cuando fue investida reina de Inglaterra, es lógico. Pero, ¿quiénes son las otras tres mujeres? 



Zaha Hadid (1950-2016), arquitecta.

Empezaré por la más contemporánea: Zaha Hadid (1950-2016), retratada por Michael Craig-Martin en 2008. Esta arquitecta nació en Irak pero desarrolló su carrera en Londes, donde fundó su estudio en 1990. Es inventora de edificios y obras audaces y visionarias, una de las más importantes arquitectas del mundo. Suyos son el Centro Olímpico Acuático de Londres 2012 y el Centro Rosenthal de Cincinati, y ha sido una de las arquitectas clave de los estadios de la Copa el Mundo de Fútbol que se celebrará en Qatar en 2022.




En el momento de su fallecimiento, estaba trabajando en la renovación de un barrio de Bilbao convertido en isla y en otro barrio de la misma ciudad separado del anterior por la ría.

'Retrato de Mary Seacole' (Albert Ch. Challen).

Algo más atrás en el tiempo, nos encontramos con la enfermera, aventurera y escritora Mary Seacole (1805-1881), pintada por Albert Charles Challen en 1869. Era una mujer de origen jamaicano y ascendencia escocesa y criolla, que durante la guerra de Crimea viajó sola a Balaklava para abrir un hotel británico que sirvió como club de oficiales, cantina y enfermería. A su regreso a Inglaterra, en 1857 publicó sus memorias, Las maravillosas aventuras de la señora Seacole, y se convirtió en una figura muy familiar para los lectores de periódicos británicos. Sin embargo, su raza mixta y el hecho de ser mujer la relegaron al olvido durante décadas, hasta que en los años setenta del siglo XX su historia y su figura fueron de nuevo rescatados. A título póstumo, se le concedió la Orden del Mérito de Jamaica (1991) y fue elegida como la británica negra más importante de la historia (2004).

La recuperación de Mary Seacole obró también el milagro de rescatar al pintor de su retrato, Albert Charles Challen (1847-1881), ya que esta es su obra más conocida (la pintó en 1869, cuando Mary bordeaba los 65 años) y desde que se redescubrió, en enero de 2005, cuelga en la National Portrait. ¡Y es uno de los seis retratos que aparecen en el plano de visita!

Mucho más famosa es Mary Wollstonecraft (1759-1797), el tercer rostro del museo londinense, retratada en 1797, el mismo año de su muerte, por John Opie. Ella fue y es célebre por sí misma, gracias a su obra como escritora, a su labor política radical y a su papel como activista feminista, además de haber dado a luz a Mary Shelley. Fue una mujer impetuosa, aventurera y muy pasional. Cuando estalló la Revolución Francesa, viajó a París, donde presenció la muerte de Luis XVI en la guillotina (1793).

El recuerdo de Wollstonecraft quedó oscurecido durante más de cien años por el brillo de su hija (autora de Frankenstein), hasta que la investigación del feminismo del siglo XX rescató sus avanzadas ideas. Hoy día, su ensayo Vindicación de los derechos de la mujer (1792) es considerado uno de los textos fundacionales del movimiento, por su defensa de la emancipación y la educación de la mujer.

La vida de Mary Wollstonecrafy fue azarosa, escandalosa... y muy corta. Tras dos romances malogrados, se casó con el filósofo William Godwin (precursor del anarquismo) con quien tuvo a Mary Shelley. A  causa de complicaciones en este parto, murió cuando solo tenía 38 años.

¿Qué tienen pues en común estas tres mujeres? La más obvia coincidencia: son los rostros escogidos como presentación de las obras maestras de la National Gallery, no tanto por la calidad de los retratos como por la relevancia de sus vidas y sus obras. Las tres, mujeres visionarias, impetuosas, apasionadas con su trabajo y obra, han hecho historia por ser adelantadas a su tiempo en un mundo de hombres, y dos de ellas, además, debieron luchar contra los prejuicios de raza (Seacole) y extranjería (Hadid).


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