miércoles, 25 de marzo de 2020

Mi relato 'Al compás de la música', de 'La casa de las palmeras'



El relato que abre mi primer y único libro escrito hasta la fecha, 'La casa de las palmeras', se titula Al compás de la música y lo escribí con la intención de presentarlo a un concurso literario. Desde el principio, me dio bastantes quebraderos de cabeza porque los dos bailarines de la historia se empeñaban en danzar en direcciones opuestas, contrapuestas y malpuestas.

'Al compás de la música (1)' (Pepa Montero, 2013).

Hay en esta narración una reflexión sobre el karma, en el que creo con la firmeza de la intuición. Ensuciar el karma no es un asunto baladí, aunque la vida se empeñe en arrastrarnos hacia el miedo o embarrar nuestros sueños. También exploro las tenues fronteras entre la mentira y las medias verdades, y trato de confrontar la infidelidad (y la frivolidad) con el pretendido amor que puede no ser más que autoengaño y desesperanza. El egoísmo está también muy presente en las cuatro páginas del relato.

'Al compás de la música (2 y 3)'  (Pepa Montero, 2013).

El resultado final de esta narración no fue el que aventuraba cuando comencé a verlos bailar, mecidos en un mar de cuerpos. Fue mucho mejor. Porque logré camuflar con éxito el hecho de que los protagonistas son dos hombres (sí, en efecto, Concha, los bailarines son una pareja gay) y porque la inicial peripecia de dos antiguos amantes en busca de una segunda oportunidad se convirtió en una agridulce paradoja con final abierto. 

'Al compás de la música (y 4)' (Pepa Montero, 2013).

Estoy además muy satisfecha de haber logrado incluir en el texto una única pista que certifica que los bailarines son dos hombres. Algo que casi nadie ha descubierto. ¡Y han pasado ya siete años desde que lo escribí! Si os animáis a leer Al compás de la música con espíritu detectivesco y encontráis esa pista irrefutable, no dudéis en contármelo. 

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