Desde hace veintinueve años, el otoño del
pueblo manchego de La Solana, en Ciudad Real, se tiñe de poesía. Inasequible al
desgaste del tiempo, a los apretones financieros y a los asaltos digitales, el
grupo artístico y literario Pan de Trigo ofrece por estas fechas su particular
homenaje a la palabra escrita y leída con la celebración de su certamen poético
nacional.
Las mujeres de La Solana, protagonistas del XXIX certamen poético Pan de Trigo. |
Los premiados con la mantenedora, Isabel Villalta. |
La presidenta de Pan de Trigo (izquierda), durante el sorteo de una guitarra que se realizó en el evento. |
Aurora Gómez, primer premio de poesía; Isidro Catela (a su lado), segundo; y Alberto Ramos, premio de prosa. |
El certamen poético ha
premiado este año tres obras cuyo lirismo hunde sus pies en la realidad. Así, La cena de los perros, un poema lúcido y
descarnado de la autora valdepeñera Aurora Gómez Campos, que da vueltas en torno a la cada vez más inusual
dignidad del ser humano, logró el primer premio. El segundo galardón fue para Especies protegidas, del salmantino
Isidro Catela Marcos, un texto no menos crudo y al tiempo lleno de compasión
sobre los estragos del alzheimer. Además, y por primera vez, Pan de Trigo estrenó un premio de prosa que recayó
en el microrrelato Cien rosarios,
escrito por el vallisoletano Alberto Ramos Díaz.
Un año más, queda claro que el Pan de Trigo que mantienen vivo un grupo de animosas amantes de la poesía y el arte, sigue fermentando en la sociedad.
Un año más, queda claro que el Pan de Trigo que mantienen vivo un grupo de animosas amantes de la poesía y el arte, sigue fermentando en la sociedad.
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