jueves, 8 de noviembre de 2018

Otoño de mujeres y poesía en La Mancha


Desde hace veintinueve años, el otoño del pueblo manchego de La Solana, en Ciudad Real, se tiñe de poesía. Inasequible al desgaste del tiempo, a los apretones financieros y a los asaltos digitales, el grupo artístico y literario Pan de Trigo ofrece por estas fechas su particular homenaje a la palabra escrita y leída con la celebración de su certamen poético nacional.

Las mujeres de La Solana, protagonistas del
XXIX certamen poético Pan de Trigo.
 El XXIX certamen de poesía solanero ha tenido este año un claro protagonismo femenino puesto que, tal y como señaló Isabel del Rey, presidenta de Pan de Trigo, la realidad tiene hoy nombre de mujer.
Los premiados con la mantenedora, Isabel Villalta.
Así que ellas fueron las verdaderas estrellas de la constelación poética que nos cobijó el pasado 3 de noviembre: las propias componentes del grupo literario, mayoritariamente femenino; las 55 “olvidadas” por la historia que mostró un vídeo muy ilustrativo; la mantenedora, Isabel Villalta, escritora de Membrilla (Ciudad Real) y ganadora del certamen del año pasado.

La presidenta de Pan de Trigo (izquierda), durante
 el sorteo de una guitarra que se realizó en el evento.
Y, sobre todo, las 31 mujeres solaneras a las que Pan de Trigo quiso hacer visibles en representación de todas las mujeres que, en silencio y prácticamente ninguneadas, sostienen el mundo. Una tras otra, fueron subiendo al escenario profesionales de la enseñanza, empresarias, médicas, deportistas, limpiadoras, cuidadoras, activistas sociales y, por supuesto, amas de casa de todas las edades, que reivindicaron su trabajo y su valor social.

Aurora Gómez, primer premio de poesía; Isidro Catela
 (a su lado), segundo; y Alberto Ramos, premio de prosa.
El certamen poético ha premiado este año tres obras cuyo lirismo hunde sus pies en la realidad. Así, La cena de los perros, un poema lúcido y descarnado de la autora valdepeñera Aurora Gómez Campos, que da vueltas en torno a la cada vez más inusual dignidad del ser humano, logró el primer premio. El segundo galardón fue para Especies protegidas, del salmantino Isidro Catela Marcos, un texto no menos crudo y al tiempo lleno de compasión sobre los estragos del alzheimerAdemás, y por primera vez, Pan de Trigo estrenó un premio de prosa que recayó en el microrrelato Cien rosarios, escrito por el vallisoletano Alberto Ramos Díaz.

Un año más, queda claro que el Pan de Trigo que mantienen vivo un grupo de animosas amantes de la poesía y el arte, sigue fermentando en la sociedad.

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