domingo, 27 de abril de 2025

Don Sebastián Gabriel y El Greco

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Un regalo alcottiano


Firma invitada: Luis Fermín Moreno (@fatherMarch)


Estos días, el Museo del Prado expone, por primera vez desde su dispersión en el siglo XIX, ocho de las nueve obras que El Greco realizó para la iglesia del Monasterio de Santo Domingo el Antiguo de Toledo, el primer encargo del pintor cretense en España.


La estrella, sin duda, es 'La Asunción', la gran tela central del retablo mayor, que desde 1906 forma parte de las colecciones del Art Institute of Chicago. Junto a ella, figuran dos piezas conservadas en el propio museo. Las restantes permanecen en Santo Domingo el Antiguo o proceden de otras colecciones.


'La Asunción' (El Greco).


Lo que no explica el museo es la intervención decisiva de un miembro hoy olvidado de la familia real en la salvaguarda de esta Asunción del Greco en tiempos de desamortizaciones y fiebres requisitorias extranjeras. 

Sebastián Gabriel de Borbón y Braganza.

Sebastián Gabriel de Borbón y Braganza (1811-1875) fue infante de España y Portugal, biznieto de Carlos III y de Carlos IV, sobrino de Carlos María Isidro, pretendiente carlista al trono de España y cuñado de Isabel II. Sus veleidades políticas, debidas sobre todo a influencias familiares, le costaron el exilio, primero, y la consideración de traidor a su vuelta. Pero, sobre todo, fue un hombre consagrado al estudio de las ciencias y el arte. Precursor de la fotografía en España, su colección pictórica fue considerada, en su época, un segundo Prado. 


Como coleccionista, el infante fue pionero en la revalorización en España de la pintura de El Greco. En 1830 adquirió por la suma de 14.000 reales el cuadro central del retablo de Santo Domingo el Antiguo. Con tal motivo, pidió la opinión sobre el cuadro a José de Madrazo, por aquel entonces pintor de cámara de Fernando VII, profesor en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, director del Real Museo de Pinturas, director del Real Establecimiento Litográfico y padre de toda una dinastía de pintores que dominaron la pintura española a lo largo del siglo XIX.

Carta (1ª parte) de José de Madrazo sobre 'La Asunción'.

El pintor respondió emitiendo un dictamen que se reproduce en el libro Sebastián Gabriel de Borbón, infante de España: Una vida entre la política y el arte, publicado por la Agencia Estatal Boletín Oficial del Estado para conmemorar los 150 años de su muerte. 

Carta (2ª parte) de José de Madrazo sobre 'La Asunción'.

Por lo que se puede deducir, el infante buscaba que alguien autorizado corroborara su compra. No es de extrañar. En esos años, la pintura del artista cretense se seguía viendo, se explica en el libro, “como producto de un estilo algo caprichoso derivado de su extravagancia, palabra muy repetida por tratadistas para referirse a El Greco, y por el propio Madrazo en esta carta. Sin duda, este adjetivo no era de carácter peyorativo, sino fruto de un intento de definición de aquellas personalidades de difícil clasificación”.


Don Sebastián, naturalmente, adquirió el cuadro, mucho antes de que Santiago Rusiñol “redescubriera” a Doménikos Theotokopóulos a finales del siglo XIX. A su muerte, la colección se dispersó en varias subastas y el cuadro que nos ocupa acabó en el Art Institute of Chicago, que ahora lo ha prestado al Prado para que volviera a reunirse con el conjunto para el que fue creado. 



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