jueves, 31 de julio de 2025

Valquirias, vikingos, Odín, el Valhalla… Misterio de una runa en Estocolmo

Viajes con Gamache por Oslo y Estocolmo



Las piedras cuentan historias milenarias, misteriosas, transmiten leyendas. También vidas reales en losas funerarias, frisos, frontones y mojones repartidos por caminos del mundo. Desde la prehistoria hasta nuestros días, cuando aún grabamos corazones de tiza en el asperón. 


La piedra rúnica de Tjängvide es vikinga, de los siglos VIII-IX, hallada en la isla de Gotland y exhibida en el Museo de Historia de Suecia (Estocolmo), que he tenido la suerte de visitar este mes de julio. Una magnífica obra de arte que se alza, orgullosa, con casi dos metros de altura y más de un metro de ancho.

Estela vikinga de Tjängvide, con runas y figuras mitológicas (s. VIII-IX).

Se la conoce por varios nombres, y el museo ha optado por “Mujer con un cuerno para beber”. En la parte central, una mujer sostiene en sus manos dos cuernos de hueso, de los que usaban los vikingos para beber y en ceremonias rituales. La mujer está de pie frente a un jinete, cuyo caballo tiene ocho patas.


Existen varias interpretaciones de la historia que cuenta la piedra:


En una de ellas, el jinete ha descendido de un barco (la nave aparece representada en la base) y la mujer es una valquiria que porta hidromiel en el cuerno, a modo de bienvenida al Valhalla, la morada del dios Odín. El jinete habría muerto en combate y la valquiria es la anfitriona, mediadora y diplomática a su llegada al paraíso de los guerreros vikingos.


Así es como se suele interpretar la historia que vemos escrita en lenguaje rúnico, a la luz de las sagas islandesas. Pero, ¿por qué el caballo tiene ocho patas? Para representar la idea de movimiento.


De acuerdo con una segunda interpretación, el caballo sería Sleipnir, el corcel más rápido y habilidoso, propiedad de Odín. Y quizá el jinete sea el propio dios, siendo recibido con cuernos de hidromiel por la valquiria, mientras observa a los guerreros elegidos tras la muerte, antes del comienzo del festín nocturno.


Una tercera posibilidad es que la piedra relate el inicio del Ragnarok, es decir, la saga vikinga del fin del mundo y la batalla última entre los dioses, los gigantes y otras criaturas. El barco (base de la roca) llevaría a las almas humanas hacia el juicio final, y en el centro estaría Odín, a lomos de su caballo de ocho patas,  a punto de marchar para luchar contra el dios lobo. 



MISTERIO INSONDABLE DE LOS VIKINGOS


La estela de Tjängvide es una piedra impresionante y bella, con inscripciones rúnicas que recrean escenas mitológicas de antaño, envueltas en misterio. Los vikingos las representaban comúnmente en los petroglifos, como esta de Gotland.


El mito de los violentos y saqueadores vikingos, con sus cascos con cuernos, está extendido por todo el mundo, pero nuevos descubrimientos e investigaciones arqueológicas están cambiando casi radicalmente la visión de la vida en Escandinavia hace mil años.


Sabemos ahora que la cultura de la época vikinga (750-1100) surgió del contacto entre los hombres del norte (como se denominaban ellos) y muchos otros grupos. En la Escandinavia medieval, objetos exóticos y personas de diferentes lugares se encontraban en los centros comerciales. Los adinerados podían comprar o intercambiar un vaso de cristal francés, una cruz irlandesa, una estatuilla india de Buda o un collar de cristal de roca del sureste de Europa. En los pueblos vikingos también se utilizaban conchas del Mar Rojo y del Océano Índico para hacer colgantes.


Muchos de esos objetos, que prueban que la mayoría de vikingos no eran guerreros, sino comerciantes y campesinos, se muestran en el Museo de Historia de Estocolmo: más de 2.500 objetos originales de la era vikinga, como este maravilloso broche de anillo de plata, hallado en un tesoro de Gotland, y un conjunto de perlas, descubierto en un sitio funerario de Birka.



O este colgante de Bizancio (abajo), encontrado en Rone (Gotland).




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