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El genio del Quattrocento italiano Sandro Botticelli (1445-1510) es el autor del que quizá sea el cuadro más famoso dedicado a la primavera, llamado precisamente así, La Primavera, que representa una fábula mitológica con Venus en el centro, rodeada por Cupido (dios del amor), la diosa Flora y el dios del viento, Céfiro, entre otras figuras. Tres gracias bailan a la izquierda, una de ellas prendada del dios vestido de rojo. Celebran una especie de rito pagano, con lo que el artista sale fuera de lo normativo en la pintura religiosa de la Edad Media, y ensalza la cultura humanista y neoplatónica de la época que le tocó vivir.
'La primavera' (Sandro Botticelli), Galería Uffizi de Florencia. |
Sobre el significado del cuadro existen múltiples interpretaciones, algunas teorías sostienen que el personaje situado más a la izquierda representa a Giuliano de Médici, el hermano de Lorenzo el Magnífico, y que la gracia que lo observa es su amante, Simonetta Vespucci.
'Flora' (detalle de 'La primavera'). |
Botticelli se inspiró para la composición en algunos fragmentos de obras clásicas que tenía a su alcance, como sarcófagos, joyas, relieves, cerámicas y dibujos. Pinta finas telas semitransparentes que dejan entrever el contorno de los cuerpos, con un sentido del clasicismo que recuerda a las pinturas murales de Pompeya y Herculano. Las figuras son frágiles y esbeltas, con rostros personalizados y más humanizados de los típicos en la escultura clásica romana.
'Primavera' (Giuseppe Arcimboldo). |
Si de primavera hablamos, también son muy famosos los cuadros-trampantojo de Giuseppe Arcimboldo (1527-1593), uno de ellos, Primavera, propiedad del Museo del Louvre de París. El pintor italiano es célebre por crear cabezas de retratos hechos completamente de flores, frutas, verduras, pescado y libros. Estos retratos-bodegón estaban destinados a divertir a la corte, que los veía como curiosidades caprichosas.
Renoir, Monet, Degas, Sisley, Van Gogh… Los impresionistas y postimpresionistas nos dejaron algunos de los más sublimes cuadros y paisajes de inspiración primaveral, gracias a su amor por la pintura al aire libre.
Primavera (La lectora), de Claude Monet. |
Primavera (La lectora) es una obra de 1872 de Claude Monet que retrata a su primera esposa, Camille Doncieux, sentada leyendo bajo un dosel de lilas. Camille y Claude Monet se casaron en 1870 y antes de eso, habían sido amantes y ella solía posar para las pinturas figurativas de Monet de las décadas de 1860 y 1870. De gran talento como modelo, Camille también aparece en obras de Renoir y Manet. Este cuadro se puede ver en el Museo de Arte Walters de Baltimore.
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