(Artículos de Luis Fermín Moreno y algunos de sus escritos literarios)
Firma invitada:
Éste es sólo uno de los dilemas morales que el filósofo libertario francés Ruwen Ogien (1949) incluye en su libro La influencia del olor de los cruasanes calientes en la bondad humana y otras cuestiones de filosofía moral experimental. No se lo pierdan si manejan un tanto la lengua francesa. Está claro que sí, que habla de cruasanes, pero también de otras cosas serias, divirtiendo y haciendo pensar a la vez.
Polémicos dilemas morales para quienes puedan
o quieran reflexionar durante estas Navidades
Además del citado, el libro
plantea otros dieciocho dilemas más. Unos más polémicos que otros, pero todos
sobre asuntos actuales. Con temas como la prostitución, las madres de alquiler,
la eutanasia, la sexualidad, el suicidio, la blasfemia, el incesto, la
ablación, la clonación… Varios ejemplos: el tranvía desbocado que va a
atropellar a cinco hombres a menos que desvíes la máquina por una vía en la que
sólo hay un trabajador; un sujeto que mata para conseguir órganos que salvarán
a su vez a cinco personas; dos adolescentes, hermanos, que hacen el amor una
tarde de verano asegurándose de que no habrá embarazo y nadie lo sabrá; el
sobrino que se encuentra a su tío, del que es heredero, víctima de un infarto
en la bañera y decide no pedir ayuda. ¿Es más o menos culpable que si le
atropellara con un coche? ¿Dónde está la diferencia moral?
Ruwen Ogien, filósofo libertario francés. |
"Algunos piensan que dejar morir
es menos grave que matar con sus manos"
Las preguntas que suscita cada caso son siempre las mismas, pero las respuestas pueden ser muy diferentes. ¿Qué hacer? ¿En nombre de qué aprobar o condenar? ¿A qué tipo de reglas, de razonamientos y de evidencias recurrirías para pronunciarte? Parece algo desquiciado, pero sólo en apariencia. Evidentemente, los casos son delirantes, pero lo importante son los problemas que plantean. Son, sí, rompecabezas con múltiples soluciones posibles y cada una con su propia y plausible justificación moral. Algunos piensan que dejar morir es menos grave que matar con sus manos; otros, más utilitaristas, pueden pensar que un mal que crea bien es un bien… El objetivo es mostrar que todo, en moral, puede ponerse en cuestión. Que las intuiciones o creencias no son nunca tan absolutas o diáfanas como a veces se cree. Que las doctrinas siempre se contradicen a sí mismas; y los principios, a veces.
Y que la solidaridad y la benevolencia dependen, en el fondo, de poca cosa: según un sabroso estudio, las personas expuestas a los efluvios del horno de una panadería –y de ahí el título del libro- se muestran más serviciales y disponibles a hacer favores con quienes tienen alrededor. De lo cual se puede sacar –y esto ya es de mi cosecha- una conclusión económica: no hace falta vender cruasanes (que, además, engordan), basta ir rociando el olor sobre la gente para hacer un mundo mejor. ¿Quién será el primero en fabricar el aerosol?
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