(Más sobre la Navidad y el arte)
Hoy, 31 de diciembre de 2021, en España despediremos el año con las tradicionales doce uvas, al
compás que marcan las manecillas del reloj, mientras los onmipresentes televisores de plasma, los móviles de última
generación, las tabletas y todas las redes sociales sirven de canal para transmitir
las mil y una formas de despedir el año viejo en todo el mundo.
Los italianos acostumbran a cenar lentejas, una suerte de rito con el que pretenden asegurarse un próspero año nuevo. Lo celebran con petardos y fuegos artificiales, incluso muchas personas tiran cosas viejas por las ventanas como un símbolo de su deseo de desprenderse de todo lo negativo.
Comer lentejas en Nochevieja es tradición en Italia. |
En el lejano Japón las festividades de fin de año duran 15 días. El día 31 se toma una tradicional sopa de fideos, se visita el templo sintoísta o el budista y se bebe el tradicional sake.
En Japón, el día 31 se come una tradicional sopa de fideos. |
En las capitales europeas, este año, las fiestas y aglomeraciones en las grandes plazas de Londres, Nueva York, París o Berlín no se celebrarán, por culpa del virus que nos viene amargando las Navidades por segundo año consecutivo.
Para mí la Nochevieja es un trago
agridulce. Hace ya veinticuatro años, pasé la noche en vela, de duelo, por la
muerte de mi abuela María, el único familiar extremadamente cercano que me había
dejado hasta hace tres meses. Este año falta además mi padre, de modo que al
antiguo dolor sordo se ha sumado este nuevo dolor, y a buen seguro ninguno desaparecerá, ni
aun después de digerir la última uva de cada año.
Pese a todo,
¡Feliz año 2022!
Nos seguimos leyendo el año que viene.
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