(Otras de mis poesías: Tiembla la flor... y Personaje)
Hoy, 21 de marzo, no es solo el día en que comienza la primavera, es además el Día Mundial de la Poesía, según la decisión adoptada por la Unesco en 1999. Con independencia de que seamos más o menos descreídos, me parece magnífico consagrar un día al año a promover la enseñanza de la poesía y fomentar la tradición oral de los recitales poéticos. Hablar de y en clave de poesía es enriquecedor y eleva el espíritu, nos conecta con ese trocito dormido de nuestro yo más pudoroso y a veces perturbador, el que ama y solloza a golpe de pulmón.
Así, de golpe, sin filtro y sin pasar por el colador de metáforas ni superar el detector de rimas, me ha salido este poema con el que me sumo al Día Mundial de la Poesía 2019.
¡Espero que os guste!
A ras de cielo
Yo no soy estas piernas surcadas por ríos de color verde pulgón
No son míos estos tobillos
henchidos,
esta carne cenicienta y pespunteada
que se agrieta a golpe de vómito
y ardor
Sí son míos en cambio estos
amores replegados,
misóginos, que balbucean versos hueros
mientras reemprendo insomne la innúmera escaramuza
contra las sombras del
arcón
Nunca atendí las sonoras
llamaradas del queroseno
ni prendí antorchas con ojos
astillados
Pocas veces mi carne morada
principió
a reventar
Hasta hoy.
Hoy solté la liana de tendones estropajosos
que me clavaba al suelo
y orbité como un cometa brincando a ras de cielo
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