“La economía, estúpido” (”The
economy, stupid”) fue una frase usada como arma arrojadiza por Bill Clinton
contra George Bush padre durante su disputa de la campaña electoral por la
Presidencia de Estados Unidos en 1992. Ganó Clinton, como es bien sabido. Luego
la frase mutó a “Es la economía, estúpido”
y hasta el día de hoy sirve para enfatizar los aspectos que se
consideran esenciales.
| Flotats-Voltaire y Ponce-Rousseau (teatro María Guerrero de Madrid). |
Dándole un giro muy personal, para mí “Es la razón, estúpido, ¡la razón!” resume bien el meollo de la obra de teatro Voltaire / Rousseau. La disputa, que se representa en el Centro Dramático Nacional, teatro María Guerrero de Madrid; con mis disculpas pues Rousseau estaba lejos de ser estúpido. En el momento en el que arranca
la obra teatral, tanto Voltaire (1694-1778) como Jean-Jacques Rousseau (1712-1778) son grandes autores, pensadores consagrados, ambos participantes en la Enciclopedia,
paladines del saber. Y, sin embargo, Voltaire tiene una sólida posición social y económica, encarna el progreso apoyado en la razón y el pensamiento positivo, mientras que un Rousseau empobrecido aboga
por destruir la sociedad y volver a un estadio primitivo de la Humanidad anclado
en la naturaleza.
| Francia abrirá en 2018 el castillo de Ferney, última casa de Voltaire donde escribió 'Tratado sobre la tolerancia'. |
Los dos actores son Josep Maria Flotats (Voltaire), director del montaje teatral, y Pere Ponce (Rousseau). Ambos están magníficos sobre las
tablas, no solo diciendo el texto, sino convirtiendo el hilo argumental (Rousseau
acude al castillo de Ferney, donde vive Voltaire, para intentar averiguar quién
es el autor de un libelo anónimo que circula por Ginebra y que lo desacredita) en una disputa filosófica que
rompe las barreras del tiempo y del espacio.
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| Retrato de Voltaire (Nicolas de Largillière). |
Voltaire-Flotats defiende que hay
errores del pasado y del presente que hay que reformar, pero sobre las bases de
los logros culturales y científicos. Su contrincante
Rousseau-Ponce argumenta que los hombres son buenos por naturaleza, la sociedad los corrompe y por ello el hombre no es responsable de sus pecados. En Voltaire / Rousseau. La disputa los dos filósofos se enfrentan en
muchos otros campos: contraponen sus ideas sobre Dios, el teatro, el papel de
la mujer, la hipocresía, la revolución, la riqueza… hasta sobre la evasión
fiscal. Todo ello, dramatizado y agigantado para mejor lucimiento
de los actores y del texto.
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| Jean-Jacques Rousseau. |
¿Cómo discurrió verdaderamente la
relación entre los Voltaire y Rousseau reales? Seguramente no tan encarnizada
como en esta versión teatral, pero es conocido que Voltaire desdeñaba el
sentimentalismo y resentimiento social de Rousseau. Y quizá al escribir
estos versos: “Un monstruo alegre es preferible / a un sentimental
aburrido” Voltaire estaba pensando precisamente en el bueno de Rousseau. Como quiera que sea, los dos dijeron adiós a este mundo y a sus disputas el mismo año de 1778, con tan solo dos meses de diferencia.


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