(Más sobre la Feria del Libro aquí)
Los días de la Feria del Libro dan para mucho, sobre todo los fines de semana, cuando se dejan caer por el Retiro los autores para estampar su firma en los ejemplares de sus obras. Hay bastante de mitomanía y de caza al famoso en ese cara a cara con los escritores, que además del calor deben soportar los continuos disparos de cámaras fotográficas o de móviles, como en mi caso.
En las dos horas que pasé entre casetas el sábado pasado me traje algunos recuerdos, varios libros y una guía de viajes. Este fin de semana repito, y ya os contaré. A la primera que vi fue a María Dueñas
(1964), que son su Misión Olvido aspira a repetir el abrumador
éxito de ventas logrado con la debutante El tiempo entre costuras. Tengo que
decir que la escritora es aún más guapa al natural que en las fotos, con una
sonrisa radiante y muy agradecida a los lectores. Es una mujer inteligente y
con aspecto de muy lista. Doctora en Filología Inglesa y profesora titular
en la Universidad de Murcia, actualmente está en excedencia, pero a lo largo de
su carrera ha impartido clases en universidades norteamericanas, al
estilo de Carmen Martín Gaite en
Nueva York.
El sábado pasado coincidí también con Rosa Montero
(1951), que fiel a su
cita con la Feria del Libro, cada año aparece más atractiva y sonriente, como
si fuera inmune al calor, a la crisis y al paso del tiempo. Es una autora que siempre
tiene gente a la que firmar, no grandes colas, pero sin duda trabajo no le falta a su muñeca.
Yo la sigo desde hace años como articulista en El País y siempre me
encantó su estilo como entrevistadora, además de compartir su vena feminista y
contestataria. Su obra de ficción me gusta menos, pero aun así me acerco a verla siempre que puedo.
Los días de la Feria del Libro dan para mucho, sobre todo los fines de semana, cuando se dejan caer por el Retiro los autores para estampar su firma en los ejemplares de sus obras. Hay bastante de mitomanía y de caza al famoso en ese cara a cara con los escritores, que además del calor deben soportar los continuos disparos de cámaras fotográficas o de móviles, como en mi caso.
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María Dueñas, en la Feria del Libro 2013. |
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Marga Clark, escritora, poeta y fotógrafa. |
Marga Clark estuvo
asimismo firmando ejemplares de su novela Amarga luz, de la que ya he hablado en este blog y que no
me canso de recomendar. Conocí a Marga en la pasada
Feria del Libro de Madrid, una calurosa tarde de junio, mientras yo curioseaba
en la caseta de El Funambulista y ella saludaba a unos conocidos.
Tras una
breve charla sobre blogs y mujeres, compré y me firmó la novela, en la que reivindica
la figura de su tía paterna, la escultora Marga Gil Roësset (1908-1932), muerta (literalmente) de amor por Juan Ramón Jiménez.
El gran acierto de Marga Clark en este libro ha sido el de recrear la vida y obra de su tía, una
artista precoz, que a los 15 años dominaba el dibujo y la escultura, y a quien profesores
y críticos le auguraban un gran futuro.
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Ángeles Mastretta, bestseller mundial desde 'Arráncame la vida'. |
Nunca había visto en persona a Ángeles Mastretta (1949), la escritora
y periodista mexicana bestseller, que está presentando estos días su libro de memorias La emoción de las cosas, publicado en 2012. Me recordó un poco a Alicia Alonso mezclada con Isabel Allende, y no sé si eso es bueno o malo. Mastretta tenía mucho público esperando la dedicatoria de sus libros. Quizá su novela más conocida internacionalmente
sea Arráncame la vida, cuyo poderoso
título ya da idea de la clase de libro que es. Fue llevado al cine como gran éxito y
narra la historia
de Catalina Guzmán y su lucha contra la opresión de su marido, un general en el
México de los años treinta.
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La periodista Mara Torres. |
Y también en la Feria del Libro de Madrid estaba Mara Torres, periodista de La 2 reconvertida en escritora de cierto éxito, que es una ambición muy legítima a la que aspiramos muchas de nosotras.
Firmaba La vida imaginaria, que estuve tentada de comprar hasta que recordé que esa novela fue finalista del premio Planeta 2012, y ya sabe el rigor y la absoluta transparencia con que transcurre la concesión de ese galardón. Eso sí, Mara Torres, muy simpática y bastante guapa.